‘El único apoyo es el de Dios’
“Esto es gravísimo y hay riesgo de que sigan muriendo animales. El único apoyo que hemos tenido en esta emergencia es de Dios y ha tocado meterse la mano al bolsillo para perforar pozos profundos y con motobombas llevarles agua al ganado y al resto de animales”, dice este casanareño, quien levanta un viejo radio Sony e intenta desesperadamente sintonizar alguna emisora para saber si, casi 20 días después de que se dispararon las alarmas ambientales en la zona, va a llegar ayuda de Yopal y de Bogotá. En su municipio lo que realmente funciona es el ‘voz a voz’, porque la señal de los teléfonos celulares llega muy débil a unos pocos lugares –y la de un solo operador–, e internet no existe. (Lea aquí:'Alertas se quedaron en entidades y no llegaron a la gente')
El “viejo”, como lo llama su esposa, Dioselina Oropeza, desayuna muy temprano junto con sus trabajadores, que cambiaron los caballos por motocicletas. “Es más fácil y práctico en estas condiciones”, asegura. Luego asigna tareas y rutas para recorrer el hato.
Vestido con pantalón de lino, camisa de manga larga y sombrero de cuero, como si fuera a una cita, decide irse con sus peones a ver cómo están los animales en las ‘tapas’ de Las Marías y Los Escombros, las represas levantadas en las cañadas a pesar de la prohibición de Corporinoquia (la CAR casanareña), que también penaliza la perforación de pozos profundos. En las ‘tapas’, los únicos cuerpos de agua en kilómetros a la redonda, sobreviven manadas de chigüiros, cerdos y venados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario